RYAN BINGHAM
Sí, Ryan Bingham creció en el sur. En Texas, mayormente. Pero ni hubo nada de consistencia en su educación, más allá de la errática existencia de su familia. Nació en la pequeña ciudad de Hobbs, en Nuevo México. Se crió en los campos de petróleo del oeste texano, y dedicó su adolescencia a participar en el rodeo a lo largo y ancho del estado. Por el camino, absorbió la cultura cajún del oeste de Louisiana, el hip-hop hardcore preferido de sus amigos de Houston, y las canciones fronterizas de los inmigrantes mexicanos. Hasta que se mudó a California en 2007, nunca había vivido más de dos años en ningún sitio.
Desde el comienzo de su carrera con “Mezcalito”, Bingham ha desafiado las clasificaciones fáciles. Como joven promesa del country, recorría desde las canciones folk al estilo de Woody Guthrie, hasta las baladas de acento español y las piezas de rock potente. Un escaparate de música americana en toda su amplitud. Por algo la Americana Music Association le nombró “artista del año” en 2010.
Mientras su carrera despegaba (ganó el Oscar y el Grammy por “The Waery Kind”, la canción que escribió para la película ‘Crazy Heart’), su vida lidiaba con las trágicas muertes de su madre, alcohólica, y su padre, que se suicidó. Sus pérdidas sumieron a Bingham en un oscuro túnel del que le costó salir.
Con la ayuda de su esposa, Anna Axter, y la búsqueda de su alma interior, Bingham regresó a la luz. “American Love Song”, el tercer trabajo del sello independiente del matrimonio Axster- (tras “Tomorrowland” (2012) y “Fear and Saturday Night” (2015)) toma todas sus influencias, tanto musicales como vitales y las reúne en el quizá su mejor y más completo disco hasta la fecha.
“Siempre he luchador con mi identidad – quien era y de dónde venía. Siempre tenia el sombrero de cowboy en la cabeza pero al mismo tiempo me adaptaba a cada ambiente. Mi identidad acabó siendo una mezcla de diferentes sombreros, diferentes botas y diferentes pantalones. Te vas adaptando como síntoma de seguridad. Con el tiempo, he enterrado todas mis inseguridades”
El nuevo disco muestra a Bingham puliendo su creatividad en dos niveles diferentes, el personal y el cultural. Co-producido con Charlie Sexton, el soberbio guitarrista de Austin que acompaña a Dylan desde hace años de gira, “American Love Song” se grabó en los Arlyn Studios and Public Hi-Fi de Austin y se perfeccionó en los Matter Music de Los Angeles. El disco combina reflexiones autobiográficas con un toque agridulce con el espíritu colectivo de enfrentarse a las dificultades. Hay canciones para Anna, un tributo a su madre y a las grandes voces del blues como Janis o Aretha, guitarrazos stonianos, steel guitar, y referencias a injusticias sociales varias.
“Siempre trato de encontrar la manera de que las canciones unan a las personas. Pero tal y como están las cosas, y las cosas que nuestro presidente anda diciendo, no creo que sea el momento de ser complaciente”
En “Blue”, por ejemplo, habla de su propia lucha con la depresión tras la muerte de sus padres, pero utiliza el argumento para incidir en el tabú existente sobre la búsqueda de tratamiento de las enfermedades mentales en su país.
